BEIJING (Xinhua) -- A las 9 a.m. del domingo, 5.27 millones de estudiantes se sentaron en silencio en miles y miles de salones de clase en toda China, listos para empezar el examen de ingreso a las instituciones de educación superior, que probablemente es el examen más importante que presentarán en sus vidas.

"Estoy seguro de que a mi hija le irá bastante bien en el examen",

dijo el señor Zhou, quien al igual que muchos otros padres chinos estaba esperando ansiosamente afuera de la escuela.

El comentó que su hija no se preocupa en absoluto por los exámenes, mientras que él algunas veces todavía sigue siendo perseguido por la pesadilla de presentar su examen.

"No es tan difícil ingresar a las universidades como hace 20 años,

puesto que los institutos y universidades han empezado a admitir a muchos más y más estudiantes", recordó, "creo que la generación de mi hija es mucho más afortunada que la mía".

Las actitudes divergentes hacia los exámenes de ingreso a la enseñanza superior por Zhou y por su hija son atribuidas a los cambios en el sistema de educación superior de China.

Estadísticas oficiales disponibles muestran que 52 por ciento de los candidatos a universidades chinas podrá ser admitido este año, pero en 1981 la cifra era de sólo 2.4 por ciento.

Las reformas en la educación superior de China han provocado cambios enormes en los institutos educativos.

En 1999, la Universidad de Qinghua (Tsinghua) anunció su fusión con la Academia Central de Artes y Diseño de China. Unos cuantos meses después, la Universidad Médica de Beijing se convirtió oficialmente en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Beijing.

Las fusiones promovieron la expansión de las dos prestigiosas instituciones de educación superior, que están en camino de convertirse en universidades famosas mundialmente con una amplia gama de temas.

Las estadísticas muestran que de 1996 al 2000, un total de 387 institutos y universidades en China fueron reducidos a 212 a través de las fusiones.

Además, los institutos y universidades están reestructurando y mejorando sus métodos de enseñanza y reajustando su currículo.

Wang Dazhong, rector de la Universidad de Qinghua dijo que aunque se ha reducido en 20 por ciento el tiempo total de clases, su universidad ha agregado a su currículo temas más fundamentales en las áreas de matemáticas, ciencias naturales y humanidades. La acción está diseñada para "formar a los estudiantes para que sean polifacéticos", dijo Wang.

Con la integración de China a la economía mundial, cursos específicos como MBA y MPA tienen una alta demanda en las universidades. Formar a los estudiantes con conocimiento y experiencia orientados al mercado ahora se ha vuelto una forma de que los colegios y universidades chinos reformen sus sistemas de enseñanza.

Por otra parte, la reforma en el sistema de educación superior de China ha generado mayores salarios y mejores condiciones para el cuerpo docente de las universidades. Los departamentos gubernamentales también han llevado a cabo actividades para atraer a más chinos talentosos del país y de ultramar para que trabajen en institutos y universidades de China. La proporción de catedráticos frente a estudiantes llegó a 1:14, cerca del promedio mundial.

Hace unas semanas, una iniciativa de ley sobre promoción de la educación no gubernamental fue presentada al Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) china para su deliberación. La iniciativa sostiene que las escuelas privadas deben disfrutar de los mismos derechos que las públicas.

De acuerdo con estadísticas oficiales, en el 2,000 había 1,280 institutos de educación superior no gubernamentales en total, con 981,700 estudiantes en el campus. Los expertos predicen que la promulgación futura de la ley sobre educación privada proporcionará más oportunidades para que los chinos tengan acceso a la educación superior.

Con la amplia divulgación de la tecnología de la información, la educación superior también está disponible en las áreas interiores de China. A través de proyectos como educación a distancia, es accesible a gente de todo el país.

Es verdad que el pueblo chino todavía tiene que competir para tener la oportunidad de ingresar a las instituciones de educaión superior, y esto permanecerá sin cambio en el futuro previsible. Pero también es innegable que la competencia por la educación superior ha cambiado mucho con respecto a hace dos décadas. Se cree que el sistema de educación superior otorgará a los jóvenes chinos un creciente número de oportunidades. Fin